
DE PREMIOS Y NAUFRAFIOS
por Fernanda Aquere
Destruir lo que se quiere imitar
Bruno Del Guidice, en su infancia junto a sus amigos, inventó un juego que consistía en atrapar monstruos para poder vencerlos, años después en Ciudad de Este escribió en una de sus libretas de viaje "Destruir lo que se quiere imitar". Atrapar algo para poder vencerlo y a la vez anhelar ser aquello que se desea destruir son, tal vez, acciones contradictorias que evidencian su primer acercamiento a la muerte y a la obstinación por resistir. Anotará también en sus apuntes "Pareciera que lo que cae en un lugar se queda ahí resistiendo", y en este lugar en el que hoy lleva a cabo su intervención, permanecen historias derrumbadas, la de Ana María Acevedo(1) se hace presente en la ausencia.
Bruno se detiene en lo que se desecha y en los que se desechan, en los territorios agobiados por el grito que se enmudece en la soledad de la memoria del pasado, en los recuerdos despiadados que se vuelven presente, tal vez "ahora sé porque lloras"(2).
En DE PREMIOS Y NAUFRAGIOS pone el cuerpo y se arriesga a naufragar en un lugar que alguna vez estuvo inundado por el río, extraña paradoja, a sus libretas de viaje también las cubrió el agua.
Todo puede pasar y el asume el desafío, puede encallar y por lo tanto fracasar -¿fracasar?- en el intento o llegar indemne a destino. Sin importar las consecuencias, quizás solo se trata de ir detrás de aquello que se desea.
Como lo fugaz se le torna insoportable intenta detener el tiempo apoderándose de las marcas anónimas que se debaten entre subsistir o morir; realiza una copia del muro, un nuevo original de una epidermis homogénea para poder quitar las capas que ocultan sus diferencias, esta vez no cubre, des-cubre.
Opera como un pirata compasivo cuando se lleva algo que no le pertenece y a cambio le ofrece a la superficie -que dejó en carne viva- esa otra piel de fósiles que rescata del olvido de las paredes color "pastel" de su casa de Chaco.
Bruno se convierte en definitiva en un chico - héroe que redime lo que está velado dejando su propia marca como antídoto, en palabras de Hölderlin " Allí donde crece el peligro, crece también lo que salva".
1 Ana María Acevedo falleció en 2007. Embarazada de cinco semanas y enferma de cáncer no pudo recibir
tratamiento oncológico porque el Comité de Bioética del Hospital Iturraspe se negó a practicarle un aborto.
Desde 2014 la plazoleta lleva su nombre.
2 Texto de Terminator II (una de las películas favoritas del artista )